Un nuevo estudio de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología (NTNU) ha descubierto que los niños nacidos en octubre, noviembre o diciembre son diagnosticados con trastornos de salud mental con mayor frecuencia que sus compañeros nacidos a principios de año. La investigación analizó a más de un millón de noruegos de entre cuatro y 17 años para identificar estos "efectos relativos de la edad".
Los hallazgos, publicados en la revista 'BMJ Paediatrics Open', se aplican tanto a niños como a niñas, independientemente de si nacieron a término o de forma prematura. Los investigadores siguieron a todos los participantes nacidos entre 1991 y 2012 a través de los registros sanitarios noruegos.
TDAH muestra mayor incidencia
"Nuestros hallazgos muestran que los miembros más jóvenes de una clase escolar tienden a ser diagnosticados con una enfermedad mental con mayor frecuencia que los mayores", destaca Christine Strand Bachmann, investigadora de doctorado en el Departamento de Salud Pública y Enfermería de la NTNU. El efecto es especialmente notable en el caso del TDAH, donde se observa un aumento de entre el 20 y el 80 por ciento en la incidencia entre los más pequeños de la clase.
La diferencia varía según si los niños nacieron a término o de forma prematura. Los investigadores encontraron la misma tendencia en otros trastornos neuropsiquiátricos, como retrasos en el desarrollo en áreas del lenguaje, las habilidades académicas y las habilidades motoras.
Niñas prematuras más vulnerables
Las niñas prematuras más pequeñas presentan un riesgo significativamente mayor de ser diagnosticadas con trastornos emocionales. Estos incluyen ansiedad, depresión y trastornos de adaptación, en comparación con las niñas prematuras mayores del mismo grupo de año.
"Sabemos que los niños y adolescentes nacidos prematuramente ya son más vulnerables a una mala salud mental y social en comparación con los niños y jóvenes nacidos a término y para los prematuros, los riesgos asociados a nacer a finales de año se suman a esta vulnerabilidad", señala Strand.
Sistema educativo bajo análisis
La investigadora cree que estos hallazgos pueden estar relacionados con la organización del sistema educativo actual. "El sistema escolar no puede atender adecuadamente a niños con un comportamiento normal, pero más inmaduro", explica Strand.
Como posibles soluciones, la investigadora sugiere implementar flexibilidad en las fechas de inicio de clases o proporcionar apoyo adicional a los estudiantes más jóvenes. Estas medidas podrían ayudar a reducir las diferencias en los diagnósticos de salud mental relacionadas con la edad relativa en el aula.
(EUROPA PRESS) Nota: Este artículo ha sido editado con la ayuda de Inteligencia Artificial.