Donald Trump despidió este lunes de manera inmediata a Lisa Cook, gobernadora de la Reserva Federal, marcando un hito sin precedentes en la historia estadounidense.
Es la primera vez que un presidente destituye a un miembro de la junta directiva del banco central, escalando peligrosamente su ataque contra la independencia de la institución.
El mandatario anunció su decisión a las ocho de la tarde de Washington mediante una carta publicada en Truth Social, acusando a Cook de «conducta fraudulenta y posiblemente criminal» en asuntos financieros. La medida representa una escalada sin precedentes que amenaza uno de los principales activos de Estados Unidos: la confianza en sus instituciones.
Acusaciones de fraude hipotecario
Bill Pulte, responsable de la agencia federal de financiación de la vivienda, acusó a Cook de mentir al solicitar hipotecas en 2021 para dos propiedades, describiendo ambas como residencia principal. El Departamento de Justicia abrió una investigación tras las denuncias de la Administración Trump.
Cook, la primera mujer negra en servir en la junta de gobernadores de la Fed, rechazó dimitir bajo presión «por cuestiones planteadas en un tuit». Cook contrató al abogado Abbe Lowell y planea desafiar su despido, alegando que Trump carece de autoridad legal para esta acción.
Cuestionamientos legales constitucionales
La autoridad presidencial para este paso es altamente cuestionable, ya que Cook fue nominada por Biden y confirmada por el Senado sin estar imputada ni condenada. Trump cita en su carta el estatuto que permite retirar miembros de la Fed «con causa», pero añade un matiz no contemplado: «a mi discreción».
El caso podría decidirse en el Tribunal Supremo, donde según El Correo, los magistrates conservadores definieron previamente al banco central como «una entidad cuasi-privada y de estructura única». Esta definición diferencia a la Fed de otras agencias independientes sobre las que Trump sí tiene autoridad reconocida.
Advertencias sobre calificación crediticia
S&P Global Ratings advirtió que la calificación crediticia de Estados Unidos podría verse presionada si se compromete la independencia de la Fed, según reporta El Economista. La decisión de Trump intensifica la presión que ha ejercido sobre la Reserva Federal y su presidente, Jerome Powell, por no rebajar los tipos de interés.
Como informa La Vanguardia, dos de los siete gobernadores actuales nombrados por Trump, Christopher Waller y Michelle Bowman, ya votaron por recortes de tipos de interés en la reunión de julio, rompiendo la unanimidad tradicional de la Fed.
Control creciente sobre política monetaria
Con el despido de Cook y la nominación pendiente de Stephen Miran, Trump busca controlar cuatro de los siete puestos en la junta de gobernadores. Según El Diario, la junta de gobernadores y el presidente de la Fed forman los ocho miembros permanentes del Comité Federal de Mercado Abierto, que adopta la política monetaria estadounidense.
El control de estos puestos le daría a Trump influencia directa sobre las decisiones que buscan contrarrestar los efectos de su guerra comercial con aranceles. Sin embargo, como señala El Diario, el FOMC tiene 12 miembros votantes totales, incluyendo cuatro presidentes regionales rotativos, por lo que Trump necesitaría más que solo nombramientos de gobernadores para control total.
Fuentes utilizadas: "EuroPress", "El Correo", "El Economista", "La Vanguardia", "El Diario" Nota: Este artículo ha sido editado con la ayuda de Inteligencia Artificial.